Capítulo 2: Estudiando la situación

La solicitud hecha por el Rey es simple.

—Quiero que pelees contra el Rey Demonio y lo derrotes.

Eso es todo.

Si peleo como su Héroe mi bienestar será asegurado por ellos y harán realidad todo lo que yo desee. Por ejemplo, recibiré un mejor trato que la primera vez que estuve aquí, ellos parecen necesitar realmente un Héroe, eso quedó sobre entendido ya que no recibí castigo alguno por lo que sucedió en mi segunda llegada.

Cuando pregunté si era posible que yo regresara a mi mundo original la respuesta fue: “es imposible en este momento”. El poder mágico con el que me invocaron se agotó y el Reino no tiene el suficiente para enviarme de regreso, al menos no hasta dentro de seis años. Eso es lo que el Rey me dijo.

Haha que gracioso.

La vez anterior se me dijo que se necesitaba de cuatro años. Este Rey actual no parece nada confiable. En todo caso le respondí:

—Lucharé como un Héroe.

Por supuesto esa no es mi intención, es solo un pretexto para hacer las cosas más fáciles y accesibles para mí. Además me permitirá libertad para hacer otras cosas.

Van haber muchas oportunidades para eliminar a Luser.

En todo caso he sido invocado y todavía no conozco muy bien las circunstancias que rodean esta segunda invocación.

Tal parece que han pasado varios años porque el Rey actual es diferente del anterior. Antes de emprender cualquier tipo de acción lo más sensato es obtener mejor información.

Además soy el Héroe de este Reino solo superficialmente.

—Todavía no se tu nombre Héroe dono, ¿puedes decírmelo? —inquirió el Rey.

—Amatsuki Iori —le respondí mientras nos separábamos.

Por supuesto no use el nombre de “Amatsu” como la última vez.


Al día siguiente me hicieron seguir un régimen de entrenamiento preparado por el Reino.
Por las mañanas me enseñaban todo lo relacionado al conocimiento general sobre este mundo.
Un Caballero se encargaba de mis clases en tácticas por la tarde. Y después de la hora de cenar un mago me enseñaba todo sobre lo mágico.

Honestamente me parecía una pérdida de tiempo. Los movimientos del Caballero eran un desperdicio, incluso las enseñanzas del mago me eran insuficientes e inútiles. La eficiencia del cuerpo de Caballeros y los magos era mucho más baja comparado a la última vez que estuve aquí.
Sin embargo debía fingir que todo era novedoso para mí, con el objetivo de no despertar sospechas ni dudas. Porque en consecuencia de mi incidente con Luser la impresión que tenían estas personas de mi era peor.

Me sentía capaz de burlar la estricta vigilancia que mantenían sobre mí, pero creía firmemente que debía proceder con cautela ya que en mi actual condición era incapaz de usar magia.

Decidí entonces dedicarme devotamente a obtener información hasta que la vigilancia que mantenían sobre mí se redujese, y a ejercer mi papel como Héroe obedientemente al menos por un tiempo.


Diez días han pasado desde que fui invocado. Desde entonces la vigilancia que estas personas mantienen sobre mí se ha reducido, lo cual me ha permitido vagar libremente por las noches.
Al final de las tardes, después de haber terminado con mi rutina, he tomado por costumbre dirigirme a la biblioteca. En las estanterías olorosas a polvo escojo el libro que reseña la historia del antiguo Héroe Amatsu. Recabando información por algunos días llego a una conclusión.

Al parecer han pasado treinta años desde ese acontecimiento. Aunque me sorprende un poco la cantidad de tiempo que ha transcurrido, no es algo inesperado para mí.

Por supuesto, hay un nuevo Rey en el trono. Y tomando en cuenta la información en general, ese tipo Luser ha envejecido como era de esperarse.

Sin embargo, el Rey Demonio Ortega sigue vivo.

“Una obra de arte” me digo a mí mismo. Al pensar en esto último no puedo evitar soltar una carcajada sobre lo absurdo de todo ello. En resumidas cuentas, Luser fue incapaz de derrotar al Rey Demonio, incluso después de haberse burlado de mí y asegurado que sería capaz de aniquilar al Rey Demonio.

¿Entonces porque razón fui asesinado? Deje de reír al preguntármelo.

Después de todo lo que paso, el Rey Demonio empezó a recuperar su poder dentro de su castillo.
Examinando los hechos en el libro referente al antiguo Héroe Amatsu y el Rey Demonio me encontré que lo que se describía allí era muy diferente a lo que había ocurrido.

Aparentemente fui asesinado por el Rey Demonio incluso cuando nunca llegue a enfrentarlo en ese momento.

Entonces apareció algo en los libros que captó mi atención de inmediato. Los nombres de Lucifina y Dionis no aparecían por ninguna parte, era como si nunca hubiesen estado en el grupo. Si estuviesen muertos seria lo normal, pero que no se los mencionaran era algo que no encajaba en absoluto.
Ninguno de los dos estaba actualmente en el castillo, a excepción de Dionis que venía de los Onizuko, Lucifina, quien había pertenecido al cuerpo de Caballeros del castillo no aparecía por ninguna parte. Creo que debo investigar más a fondo sobre ellos de algún modo u otro.

—En los libros sobre el Héroe Amatsu tampoco aparece ninguna información sobre ellos.

Después de tomar uno de los libros que capto más mi atención deje la Biblioteca.

Deliberadamente tome un desvió para ir a mi habitación. Sin otra razón más que para estudiar mejor la disposición del castillo el cual había sido renovado. La ubicación y el número de habitaciones habían cambiado en algunos lugares, pero los memoricé finalmente con un poco de esfuerzo.

En medio de mi paseo me cruce con varios criados del palacio y aunque todos ellos inclinaron su cabeza y me saludaron pude notar el desprecio dibujado en sus caras.

¿Ese tipo estuvo de nuevo en la Biblioteca del palacio?... Debería practicar su magia en vez de estar leyendo libros. —Oí a dos de ellos criticarme a mis espaldas.

¿Ya saben todos que no puedo usar magia? Al parecer todo ese desencanto conmigo tiene relación con el evento con Luser. Al principio se referían a mi como Héroe-dono, tal parece que ahora se me denomina como: “Ese tipo” huh.

Esas personas ignoran que aunque no puedo usar magia, todavía poseo algunas técnicas, sobre todo una que me permite aumentar mis sentidos en el campo de batalla y oírles hablar sin importar que lejos se encuentren de mí en este momento.

Al pasar por una de las habitaciones me detuve abruptamente al escuchar mi nombre. Aparentemente había unas cuatro o cinco personas allí hablando de mí.

Amatsuki Iori-dono ¿de verdad es un Héroe? Ni siquiera puede usar magia, ¿No será solo un mocoso?

Discutían en voz baja pero alcance a reconocer una voz.

Tsu… —escuché el sonido ronco de una vocalización que denotaba desprecio. Estaba seguro que era Luser quien estaba allí con sus colegas magos.

No hay duda que es un Héroe, incluso si está impedido de usar magia. ¿Cuándo se enfrente al ejercito del Rey Demonio igual va a morir instantáneamente no? —exclamó otra voz diferente.

Me tranquilicé a mí mismo puesto que casi me lance a la habitación al sentir como mi instinto asesino crecía súbitamente.

Si no es capaz de usar magia es un inútil.

—Incluso si es un inútil de lo peor, puede ser de ayuda si al menos es capaz de enfrentar a las cuatro Devas del Rey Demonio. Así al menos su ineptitud aportaría algo de valor —dijo Luser.

Sus palabras me afectaron.

Mi cabeza se nublo de la rabia. De alguna forma me contuve de morderme los labios. Si empiezo una pelea aquí todos mis esfuerzos y mi actuación serán en vano.

En los días en que Luser-dono luchó al lado del Héroe Amatsu… ¿Qué nos puede contar sobre Amatsu-dono? —inquirió uno de los magos.

Era un hombre valiente. Que aspiraba a traer la paz al mundo, un ideal que de alguna forma encaja con la existencia del Héroe… quise hacer realidad yo mismo ese ideal pero… lamento mucho que todo haya acabado en esto —explicó Luser.

Y lo hizo actuando sin ninguna vergüenza.

Me hizo recordar una de las frases que me dijeron aquel fatídico día:

Fuiste el único que peleó con ese objetivo. ¡Solo tú! Amatsu.

Y entonces ¿Quién era la persona que sonreía? Ahora lo entendía, él era de ese tipo de persona. De los que pensaban que los Héroes tenían su utilidad por más inútiles que pareciesen.

Mientras Luser decía esas palabras a espaldas mías regrese a mi habitación reprimiendo la inmensa rabia que hervía dentro de mi cuerpo y quería asesinarle.

Una semana después.

Puse en marcha mis planes.

commentComentarios

progress_activityCargando comentarios...