Capítulo 38: Domingo por la mañana

Bajo la refrescante luz del sol de la mañana, un enorme grupo de gente ligeramente sucia se estaba reuniendo sin descanso. Estos eran los que escucharon el llamado de Bifron y salieron de los barrios bajos.

Cuando escucharon a Bifron, cuya fuerza era reconocida en los barrios pobres, y vieron su prueba, el cadáver de Torkemada, un poco menos de 150 personas se reunieron y siguieron por la calle llena de basura, hasta salir de los barrios bajos. Aunque había muchos hombres, casi todas las mujeres y niños habían salido. Ellos no tenían ni el poder ni la intención de ir en contra del Lord.

Bifron y sus camaradas que habían estado corriendo por los barrios bajos durante toda la noche, estaban completamente exhaustos. Pero una vez que pensaron en lo que sucedería a partir de ahora, su tensión y somnolencia fueron destruidas.

"¡Buenos días!" (Alyssa)

En medio de las ruidosas conversaciones en las que expresaban su inquietud, se escuchó un alegre y encantador saludo. 

Cuando se dio la vuelta, Bifron pudo ver a una joven caminando mientras agitaba las manos. Detrás de ella había muchos hombres y mujeres que parecían ser funcionarios del gobierno, así como varios soldados.

"Viejo, tú y los demás son los que salieron de los barrios pobres, ¿Verdad?" (Alyssa)

"Ah, sí." (Bifron)

"Soy el director militar de esta ciudad, Alyssa. Hifumi me dijo que viniera aquí para recibirlos. Quiero a los hombres allá, a las mujeres allá, y a los niños, junto con sus madres, allá." (Alyssa)

Mientras le daba instrucciones a Kaimu, Origa y a las otras personas responsables, para que pudieran terminar rápidamente, un hombre salió de atrás de Bifron.

"¡Si esto es una broma, escuchar las ordenes de una niña pequeña como tú, no me da risa! ¡No se burlen de nosotros sólo porque somos de los barrios pobres!"

Fue el mismo hombre que dio un grito de rabia cuando Hifumi mató a Torkemada.

"Eh... Pero..." (Alyssa)

"Considerando la presencia de Bifron, sal de aquí obedientemente. No tenemos ninguna razón para participar en un juego de niños."

Mientras el hombre se le acercaba, Alyssa miró vacilantemente hacia atrás y vio a Origa haciéndole un gesto con la cabeza, con los brazos cruzados, y con una pose desalentadora.

"Uhh... ¡Lo hare!" (Alyssa)

Bajo la presión de la mirada de Origa, Alyssa se decidió y balanceó el Tobiguchi que tenía en la mano.

Al balancearlo hacia abajo, aun con los ojos relativamente cerrados, el extremo puntiagudo del Tobiguchi perforó con precisión el centro de la cabeza del hombre.

"¿Así?" (Alyssa)

Ignorando a Alyssa, Origa habló lentamente hacia los ciudadanos asustados.

"Los que van en contra de las intenciones de nuestro Lord Hifumi serán eliminados. Como no estamos planeando mantener personas innecesarias, tenemos que ocuparnos de ellas. Si lo entienden, entonces muévanse rápidamente como les hemos dicho." (Origa)

En esas circunstancias, sin expresar consentimiento ni negación, Bifron permaneció en silencio, mientras las demás personas se dirigían hacia su lugar designado.

"Alyssa, lo has hecho bien. No hay necesidad de escuchar lo que digan los tipos como él." (Origa)

"Me pregunto si eso realmente fue algo bueno..." (Alyssa)

Origa le dirigió una amable sonrisa a Alyssa, que aún no tenía confianza en sí misma.

"Ten confianza en tus acciones. Después de todo, te has hecho cargo de uno de los enemigos de Hifumi." (Origa)

"¡E-es cierto!" (Alyssa)

Aunque crearon una atmósfera pacífica, la gente de los alrededores las miraba con miedo en sus ojos. 

En ese momento, Hifumi vino caminando completamente relajado.

"Oh, ¿Ya han empezado a hablar?" (Hifumi)

"Eres lento, mi Lord." (Miyukare)

Cuando Miyukare, que vino con Alyssa, dijo eso, Hifumi dejo salir un gran bostezo.

"Estuve hablando con Pruflas anoche y nos emocionamos un poco, por lo que terminamos muy tarde. Me veo así sólo porque he dormido muy poco." (Hifumi)


"Hifumi, déjanos esto." (Origa)

"Sí, se lo dejare a ustedes. Iré a eliminar los restos. Alyssa, al atardecer envía a algunas personas para limpiar." (Hifumi)

"¡Entendido!" (Alyssa)

"¿Así que ese es el Señor?" Los residentes de los barrios bajos estaban hablando entre sí. Pero después de que Alyssa aplaudió para llamar su atención y les dio órdenes de nuevo, la gente restante comenzó a moverse rápidamente.

"Origa, según lo planeado, los hombres ayudarán a Pruflas. Las mujeres ayudarán a los miembros del personal, y tú educarás a los niños." (Hifumi)

"Entendido. Por favor cuídate." (Origa)

Agitando ligeramente la mano hacia Origa que hacía una elegante reverencia, Hifumi camino hacia los barrios pobres.

"Hifumi, ¿Exactamente de qué hablaste con Pruflas?" (Alyssa)

"Sobre nuevas armas y dispositivos para la guerra." (Hifumi)

"¿Eh?" (Alyssa)

Origa respondió prontamente a la pregunta que Alyssa murmuraba.

"Tenemos que hacer rápidamente las armas que utilizaremos y planificar el trabajo para los habitantes de los barrios bajos. Era una conversación sobre lo que hay que construir en preparación para la guerra." (Origa)

Salimos juntas a primera hora de la mañana, así que ¿por qué sabes esto? Alyssa pensó para sí misma. Pero, como tenía un mal presentimiento, no preguntó nada más.


Aunque por alguna razón Origa sabia sobre esto, tal y como ella dijo, Hifumi había guardado unas cuantas armas nuevas en su almacenamiento oscuro.

Mientras caminaba por la calle en mal estado, saco una de ellas.

Eran tres barras de hierro de 90 centímetros de largo, conectadas entre sí mediante cadenas. Este era llamado bastón de tres secciones. Y al igual que el chigiriki, podía unirse para convertirse en una larga barra. Pero tristemente, el mecanismo en el chigiriki se había roto rápidamente, por lo que en esta arma se hizo más simple. Además, con el fin de aumentar la mortalidad del arma, los extremos de metal fueron afilados.

Respirando por la nariz y entrecerrando los ojos a causa del brillante sol, Hifumi entró en los barrios bajos, vagando sin rumbo por las calles sucias, buscando la presencia de cualquier persona.

De repente, se detuvo frente a una vieja casa y dio una patada a la puerta principal. 

Al entrar, encontró a un viejo barbudo acostado en la oscuridad.

El olor a alcohol llenaba el aire.

"Ah, ¿Qué es esto?"

Ya fuera que estuviera borracho o apenas medio dormido, los ojos del anciano parpadearon antes de que Hifumi empujara el extremo puntiagudo de su bastón contra la garganta del viejo.

"Ghue."

El anciano murió sin hacer ningún sonido. 

Hifumi quedó satisfecho al confirmar que el extremo puntiagudo del bastón no se rompió después de golpear el hueso del cuello, mientras se dirigía hacia la siguiente casa.

Después de disponer de unas cuantas personas más de una manera similar, asegurándose de que el arma era fácil de usar, vio a un grupo de hombres reunidos en la carretera. Al avistar a Hifumi, los hombres levantaron sus armas y empezaron a gritar.

"¿¡Dijiste que ibas a tratar con nosotros, mocoso!?"

"Balanceando por todas partes ese extraño palo, ¿Quién te crees que eres?"

Parecen algunos delincuentes de barrio, pensó Hifumi, mientras soltaba una sonrisa.

"Yo soy el Señor de este territorio. Aunque está bien si no pueden recordarlo" (Hifumi)

Había 8 de ellos. 

Hifumi corrió hacia el tipo que habló primero, el de en medio. Balanceando el bastón como si estuviera jugando golf, lo empujo a la entrepierna del otro. 

Con un sonido de algo siendo aplastado, el tipo murió en estado de shock. 

"Hii…" 

El hombre a su lado dejó escapar un grito mientras presenciaba la escena. 

Hifumi retiró las manos del bastón y retiró un jitte del bolsillo de su pecho. No era de tipo con forma de cruz, sino más bien del tipo que usaban los policías durante el período Edo. Era una vara de hierro de unos 30 centímetros de largo, con un extremo puntiagudo. Para la decepción de Hifumi, no tenían los materiales adecuados, por lo tanto, no tenía borla.

Sosteniendo el jitte en su mano derecha con un agarre de mano, intimidó al tipo más cercano.

"¿Q-qué harás con algo tan pequeño...?"

Mientras decía eso, Hifumi lo apuñalo con el jitte en la rótula, no le dio ni la oportunidad de gritar antes de romperle el cuello con una patada. 

Hifumi desvió con la mano derecha una espada que se le acercaba por uno de sus lados, antes de golpear el pecho del atacante tan fuerte como un martillo. 

Se escuchó un vibrante sonido cuando el hombre dejó caer la espada, y cayó débilmente en el suelo.

Saltando hacia uno de los hombres que retrocedió con miedo, Hifumi empujó el jitte en su ojo izquierdo, luego pasándolo a su mano izquierda uso el mango para mandarlo a volar golpeándolo en la parte posterior de la cabeza.

"3 tipos se fueron, ¿eh?" (Hifumi)

"¡Espera un momento! ¡Yo me oponía a esto... Hiii! "

"Cállate." (Hifumi)

Hifumi le agarró el brazo y lo tiró al suelo con la cara hacia abajo, antes de pisar fuertemente la parte posterior de su cabeza, aplastándola. 

Cuando el hombre dejó de moverse después de tener la cabeza aplastada en el suelo duro, Hifumi le soltó la mano y sacó su kusarigama favorito.

"¡T-tu bestia!"

"¿Quién es una bestia?" (Hifumi)

Cambiando su posición, Hifumi derribó con su pierna al hombre que trataba desesperadamente de atacarlo, ignorándolo mientras caía. Otra persona que dudo y en lugar de atacarlo con una espada trato de aferrarse a él, fue tirada al suelo.

"Geh." (Hifumi)

En el momento en que lo lanzo, Hifumi usó su peso corporal para introducir la hoz en el corazón del hombre, poniendo fin a su vida. 

Mirando a Hifumi levantándose lentamente con el rostro teñido de sangre, el hombre caído no pudo levantarse más.

"W-waah..."

Al verse afectado por la hoz empapada de sangre sostenida por Hifumi mientras se acercaba lentamente, el hombre estaba congelado de miedo. 

Como si estuviera cortando hierba, Hifumi lo cortó con la hoz, y la última persona murió.

"Hmm..." (Hifumi)

Recogiendo las armas caídas, Hifumi las revisó todas.

"Ahh, está doblado." (Hifumi)

El jitte que había introducido en el ojo de alguien, perforándole el cráneo, tenía algo de cerebro pegado a él, pero Hifumi lo limpio con un papel. Mirándolo de cerca, estaba ligeramente doblado debido al impacto del golpe.

"Realmente se dobló... Fue como una prueba, pero supongo que cosas como esta suceden." (Hifumi)

Después de limpiar las armas que utilizo y guardarlas en el almacén, Hifumi tenía hambre, así que abandonó los barrios bajos para encontrar un puesto de comida y conseguir algo para comer. Después de comer, regresó a los barrios pobres, caminó sin rumbo hasta el atardecer, deshaciéndose de otras 30 personas. 

Eran en su mayoría jóvenes temerarios que tenían confianza en sus habilidades, pero ninguno de ellos logró herir a Hifumi. 

En el tiempo que continuó el paseo de matanza mientras estaba bañado en sangre, con la excepción del jitte ya roto, practico con el bastón de tres secciones varias veces.

Los fundamentos de empuje y los fundamentos de la hassou katana, para cosas como cortar y rebanar en la parte inferior de la pierna, estas estaban enteramente en su menú de práctica regular, por lo que fluía suavemente y era fácil de usar.

Habiendo casi terminado de moverse por toda la zona de los barrios bajos, Hifumi sintió una fuerte sed de sangre, mientras daba un paso hacia el costado. 

Con un sonido de cortar el aire, una flecha se incrusto en el interior de una casa deteriorada. 

Al voltear a ver, un hombre se preparaba para disparar otra flecha. Tenía dos metros de alto, y estaba sosteniendo un enorme arco estirándolo hasta el límite. 

Sintiéndose feliz por ser emboscado, Hifumi mostró una sonrisa mientras desenvainaba su katana.

"Así que eres el último. Con tu enorme tamaño, de seguro el tiro con arco no es lo único en lo que eres bueno, ¿verdad?" (Hifumi)

El hombre miró el arma que colgaba de su cintura, pero sin responder a la provocación, apuntó una segunda flecha hacia Hifumi. 

Sosteniendo la katana con un agarre bajo, Hifumi la puso delante de él mientras bajaba su cuerpo. Era una postura antigua que su maestro le enseñó hace mucho tiempo, que se usaba contra las flechas. Sin embargo, esta era la primera vez que la usaba en un combate real.

(Es una postura que limita el área en que me puede golpear, para luego defenderme usando la katana) (Hifumi)

Probándolo de verdad, Hifumi estaba muy tenso, así que deliberadamente relajó un poco el brazo. 

Al mover la katana por reflejo, una flecha rota cayó cerca de sus pies con un sonido apagado.

"¿¡Qué!?"

Como el hombre no pensaba que Hifumi pudiese detener la flecha, abrió los ojos de par en par, sin lanzar otra flecha. 

Hifumi usó ese momento para acortar la distancia, y realizando un golpe digno de una pintura, golpeó al hombre con la katana. El hombre arrojó su arco e hizo un movimiento evasivo. 

Haciendo eso, el hombre agarró el palo de madera de un metro de largo que llevaba en la cintura y se puso en alerta. En lo que respecta a Hifumi, este fue un oponente satisfactorio.

"Bien, bien. Eres diferente de esos otros idiotas." (Hifumi)

"... Eres un monstruo."

Hifumi se echó a reír y rápidamente cambió el agarre de la katana sujetándola fuertemente, el hombre hizo una cara amarga.

"Sólo soy una persona normal que realizó una gran cantidad de esfuerzo." (Hifumi)

Si le preguntas a 10 personas que conozcan a Hifumi, 15 te dirían lo contrario. 

El hombre se mantuvo en silencio mientras balanceaba el palo hacia abajo, pero Hifumi retrocedió, evitando el golpe.

"¡Movimientos unos detrás de otros!"

Mientras el hombre estaba blandiendo el palo por encima de su cabeza, Hifumi se deslizó por debajo de su estómago, y golpeo al hombre con el hombro, haciéndole caer. 

Hizo un ruido sordo, pero el hombre todavía se levantó débilmente.

"Eres bastante robusto, ¿no?" (Hifumi)

"Tú y tus extraños movimientos..."

Tronándose el cuello con el rostro enrojecido, el hombre volvió a preparar su palo.

"Estabas bien con el arco, pero la forma en que estás balanceando ese palo es lenta y aburrida. ¿No tienes nada más?" (Hifumi)

"¡Tú!"

Mientras el hombre se acercaba con mucho vigor sin afirmarlo ni negarlo, Hifumi empezó a cansarse de él. 

Entonces recordó algo que Pruflas había preparado, y lo saco de su almacenamiento, esparciéndolo en el suelo.

"¿¡Huh!? ¡Aaaah!"

Después de pisar los Caltrops que Hifumi había esparcido en el suelo, el hombre trato de soportarlo con todas sus fuerzas, pero no pudo hacerlo y dejó caer el palo, cayendo al suelo el también.

"Como era de esperar, no podías soportar esto." (Hifumi)

Evitando los Caltrops que cubrían la tierra, Hifumi empujó suavemente la katana en el corazón del hombre, que se había desmayado en agonía.

"Fue la primera vez que lo usé, pero podría ser bueno usarlo de vez en cuando. Sin embargo, reduce la tensión." (Hifumi)

Entonces procedió a recoger los Caltrops dispersos.

"... Reunirlos es un dolor..." (Hifumi)

Después de recoger todos los Caltrops y devolverlos a su almacenamiento oscuro, se dio cuenta de que podría haber abierto un agujero en el suelo y ponerlos directamente en el almacenamiento, por lo que se sintió un poco triste por ello, y regresó a la mansión del señor del territorio. 

Así, los barrios bajos que desde siempre habían estado llenos de un montón de basura en Fukaroru, habían sido vaciados de habitantes en un solo día.


Debido a que Origa y los cinco esclavos funcionarios civiles pusieron la mano de obra reunida de los barrios bajos a su mejor uso, Fukaroru rápidamente sufrió un cambio.

Gracias a esa mano de obra, los rieles que llegaban a Aroseru habían sido terminados, por lo que empezaron a probarlos enviando bienes y personas. 

También se reforzó la muralla exterior de la ciudad y se mejoraron las entradas tanto del lado de la capital real como la del lado de Aroseru. 

Las mujeres de los barrios bajos inicialmente recibieron un trato frío de los residentes de la ciudad, pero como trabajaban duramente limpiando la ciudad y recogiendo la basura de las casas, la mayoría de los habitantes llegaron a aceptarlas. 

Aun siendo el señor feudal, Hifumi dejó todas las decisiones a los funcionarios civiles, sólo hizo un borrador del proyecto y de vez en cuando confirmaba los progresos. Alyssa tampoco se acercó a las operaciones gubernamentales excusándose con las palabras "No lo entiendo muy bien".

El número de personas proporcionadas para ayudar desde el ejército territorial disminuyó, porque estaban trabajando hasta la muerte en los entrenamientos de combate de acuerdo a las instrucciones de Hifumi y Miyukare. 

Naturalmente, debido al estilo de recibir órdenes de Hifumi y luego asignar el trabajo se dejó a Origa, algunos de entre los residentes mal entendieron que Origa era la esposa de Hifumi. Pero también había algunos pensamientos de que el señor feudal era una mujer.

Con Hifumi mismo firmando el mínimo de documentos necesarios, su vida diaria básicamente comenzaba al terminar la práctica de la mañana y después de tomar un baño caliente desaparecía sin que nadie se diera cuenta. 

Hoy siendo lo mismo, Hifumi desapareció de su oficina yendo en un viaje bajo el pretexto de probar el recorrido de los rieles de Aroseru y eliminar a los monstruos de la carretera si se da la ocasión.

"¿Hoy también está ausente?" (Kaimu)

El esclavo oficial civil, Kaimu, conocido por su "insolencia" notoria de entre los miembros del personal, murmuró sin cambiar su expresión al ver a Kasha sentada como si estuviera en su casa en el despacho de Hifumi.

"Kaimu-san, ¿eh? Vine a este cuarto justo en el momento en que él se iba." (Kasha)

"¿Puedes hacerme el favor de detenerlo un poco? Sería una gran ayuda." (Kaimu) 

"No pidas lo imposible." (Kasha) 

Con una cara con la cual no sabías si estaba riendo o llorando, Kaimu dejó la oficina en silencio después de mirar a Kasha por un rato. 

Como si lo reemplazara, Origa entró. 

"Ara..." (Origa) 

Origa notando que no había nadie más que Kasha dentro de la habitación, trató de salir de la habitación enseguida, pero Kasha la detuvo llamándola. 

"Origa, si es Hifumi-san con quien quieres hablar, te puedo escuchar." (Kasha) 

Deteniendo sus pies, Origa fijó sus ojos en Kasha. 

A diferencia de Kaimu su rostro demostró que había algo que quería decir. 

"... No. Cuando Hifumi-sama haya regresado, se lo diré directamente". (Origa) 

Entonces, Origa, que estaba a punto de salir de la habitación, de nuevo se detuvo. 

"Kasha, ya que eres un guardia, aunque sólo sea de nombre, ¿Qué te parece hacer un poco de entrenamiento? Porque según los informes de los exploradores podemos esperar una batalla a gran escala con Vichy muy pronto, así que ven y participa en el entrenamiento para ver cómo Alyssa ha organizado los movimientos del ejército territorial." (Origa) 

Después de decir de una sola vez lo que ella quería decir, Origa se fue rápidamente. 

"Batalla, ¿eh?" (Kasha) 

Había una pequeña herramienta mágica dentro de la bolsa que colgaba de la cintura de Kasha. 

Aunque era algo simple, estaba dividida en dos partes y separada de la otra mitad, era una herramienta bastante costosa utilizada para el propósito de la comunicación en emergencia. 

Según la petición que había recibido de Pajou, esta mitad podría utilizarse para informarla de la situación en caso de que Hifumi resultara gravemente herido o estuviera en estado crítico. 

Por el momento era algo con el propósito de correr en caso de que Hifumi estuviera en peligro con la evidente razón de poder buscarlo, pero en realidad era obvio que la princesa y Pajou pretendían asesinar a Hifumi en la confusión de la batalla. 

Pero, ¿Será solo Hifumi el que muera después de usar esto? 

Kasha miró fijamente la puerta a través de la cual Origa se marchó hace mucho tiempo.

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