epilogue

El ritmo es lo más importante en mi vida.

Recientemente he llegado a esa conclusión.

Mi baile ha mejorado demasiado.

Aunque aún me queda mucho para ganar dinero como una profesional, ahora debería poder animar a la suficiente audiencia yendo a concursos o bailando frente a la estación.

Bueno, incluso vivir no es tan difícil como antes.

Me levanto por la mañana, salido a mi familia, tomo varias clases en la universidad, asisto al grupo de baile, a veces hago acto de presencia en reuniones para beber, aunque si se me insinúan, los evito apropiadamente.

Incluso ahora no soy para nada cercana a mis dos padres.

Y aunque no tengamos una buena relación, en lugar de pensar en ellos como enemigos como lo hacía antes, con solo empezar a saludarlos un poco más, la casa se volvió considerablemente más confortable.

El ritmo del baile.

El ritmo de la rutina.

He llegado al punto de poder abarcar muchas cosas de esa manera.

Tan, tan, tan.

Tan, tan, tatatan.

En intervalos regulares.

Siento que me hace sentir bien a mí y a los demás.

 

──Han pasado tres años desde ese verano.

Después de que resonara el disparo, inmediatamente me puse en contacto con una ambulancia y la policía.

Muchas personas gritaban varias cosas, pero mi memoria es vaga.

El incidente fue tratado con despreocupación, cada uno realizó su trabajo con expresiones neutras.

Al parecer el cadáver del yakuza apareció en la costa al día siguiente.

Pero, Ryouma no fue encontrado.

No se sabe si se lo llevo la corriente muy lejos o si se hundió en las profundidades del mar, pero su cadáver no apareció y poco después la investigación fue cerrada.

No lloré.

Quizás la forma más correcta de decirlo es que no podía llorar.

Como no había ni un testamento ni cadáver, solo se podía decir que simplemente desapareció como una nube, por lo que nunca brotó en mi la sensación de que Ryouma haya muerto.

Aunque durante el funeral la madre de Ryouma lloró mucho, me sentía culpable por simplemente estar sentada a su lado imperturbable.

Al menos me alegra haber sostenido la mano de la madre de Ryouma.

La policía me interrogó exhaustivamente sobre lo que había pasado, y les respondí honestamente sobre lo sucedido, pero al final no terminé siendo culpable.

No entiendo muy bien la razón.

¿Fue porque la pistola terminó siendo tragada por el mar o porque hubo algún intercambio entre los yakuza y la policía?

De cualquier manera, inmediatamente me trajeron de vuelta a mi cotidianidad.

La misma escuela que antes.

Los mismos compañeros de clase que antes.

El mismo mundo que antes.

Pero, ya dejé de estar malhumorada.

Simple y llanamente decidí que intentaría vivir al máximo tal cual un niño aspira ser un piloto.

Incluso cuando estudiaba en casa, tenía en mente un objetivo definido, en cuanto a la danza también dejé de auto educarme y empecé a asistir a una clase donde en verdad me enseñaban, y para costearme dichas clases, también empecé a trabajar a medio tiempo en un salón de un restaurante italiano.

Ahora, continúo bailando mientras asisto a la facultad de educación de una prestigiosa universidad cosa que no había ni considerado en el pasado.

Participar en una competencia mundial de baile Hip-Hop.

Además de eso, ganar el dinero suficiente para vivir del baile.

Son mis objetivos actuales.

Casi lo logro en el torneo del otro día.

Si hubiera abordado la música un poco mejor en las finales, podría haber ido al torneo mundial.

Por supuesto, en ocasiones me pongo nerviosa.

No creo que pueda ganarme la vida bailando por siempre.

Creo que todo acabará sin que haya mejorado.

Escucho cosas parecidas a susurros diabólicos, y me asusto.

Pero, aun así, seguramente jamás dejaré de bailar.

Desde aquel día, siento que también vivo llevando una parte del sueño de Ryouma sobre mi espalda.

La parte más profunda del mundo》 que Ryouma me mostró, a día de hoy está ardiendo roja y brillantemente en mi pecho.

Y mientras tenga este calor, no me desesperaré del mundo.

 Incluso ahora el mundo es un lugar aburrido, intolerante y molesto, pero cuando recuerdo los momentos que pasé con Ryouma, me lleno de valor.

Ese verano que pasamos los dos, tuvo de todo.

Aunque no fue especialmente largo, nos conocimos, reímos juntos, hablamos muchísimo, nos enamoramos y supimos sobre el lugar más profundo en el mundo.

Por eso, no hay forma de que me aburra.

Intentaré enfrentar al mundo con todas mis fuerzas para una vez más ver su parte más profunda.

Bueno, aunque no sé si pueda hacer eso sin Ryouma.

 

Ha llegado otro verano.

Aunque me guste tanto el sonido de las cigarras como el ardiente sol, quisiera no quedar con el cuerpo tan sudado después de bailar.

Mientras comíamos el especial del día que era [1]sabamiso con dos amigos del mismo semestre que yo, conversábamos distraídamente sobre lo que haríamos después de graduarnos.

Al parecer uno apuntaba a ser profesor de inglés, y el otro a encontrar trabajo en una compañía de juegos.

¿Y qué haré yo?

Bueno, aunque no lo parece, lo estoy considerando seriamente, pero definitivamente no tengo una aspiración tan particular como querer ser maestra o entrar en esa clase de compañías.

Simplemente, creo que sin importar a dónde vaya o qué haga, lo único seguro es que la danza ocupará un papel importante dentro de mi vida.

Sin importar que sea una aficionada o una profesional.

Si continúo bailando, mi camino podría conducirme hacia algún lugar, confío en ello.

 

──De repente, sentí como si hubiera visto un rostro conocido en la televisión de la cafetería.

 

Se estaba presentando un equipo que diseñó el logo del idol que se estaría presentando esta vez.

Un hombre por ahí de los cuarenta, como líder, explicaba sobre sus sentimientos actuales, el concepto del logo, etc.

Tres hombres estaban parados a cada lado.

Muchos jóvenes, y parecían tener casi mí misma edad.

Estaba familiarizada con el rostro de uno de ellos.

Su cabello había crecido muchísimo, y por un instante creí que era otra persona, pero la luz presente en sus ojos no había cambiado en lo absoluto.

Tenía unos ojos como los de un gato que había sido criado con mucho cuidado.

No solo sus ojos, sus cejas, nariz, labios.

Estaba formado por todas las partes que conocía.

Pero, el nombre con el que se presentó en televisión, era uno que nunca había escuchado.

Inmediatamente busqué acerca de ese grupo en mi móvil.

La siguiente descripción saltó a mi vista: entre los miembros hay un joven que ha perdido la memoria.

Estaba colgada una información vaya que grandiosa en la que casi se ahoga en el mar hace tres años, y fue rescatado por un barco pesquero en mar abierto del océano pacífico, pero perdió tanto sus documentos de identificación como todos sus recuerdos.

Cuando busqué imágenes, di con una foto de cuando tenía el cabello corto.

Estaba sonriendo mientras sostenía el cuadro de un paisaje que había pintado el mismo.

Era una sonrisa que conocía muy bien.

Tiré la silla energéticamente, poniéndome de pie.

Le hice señales a mis amigos diciéndoles que me iría primero y que lo sentía, después de limpiar la bandeja donde quedaba sabamiso, salí corriendo.

Cuando llamé a la oficina del equipo que había aparecido en la búsqueda, me dijeron que el joven ahora mismo estaba trabajando en la oficina.

Como me preguntaron sobre mi identificación, simplemente les respondí: Soy una vieja conocida y soy su persona destinada.

Fui a la estación, compré un ticket de Shinkanzen, y me sacudí por alrededor de dos horas.

Pensé todo el tiempo en él mientras estaba nerviosa.

Llegué a la estación más cercana a la oficina, pero al parecer desde este lugar todavía tomará alrededor de treinta minutos en coche.

Me alegra no haberme malgastado el sueldo de mi trabajo a medio tiempo.

De esa manera, me subí a un taxi, y me dirigí a ese lugar.

 

El lugar al que llegué fue un edificio multi inquilino completamente normal.

Subí al tercer piso por el elevador, y me paré frente a la puerta.

Claramente tiene escrito: oficina de diseño.

Estaba temblando.

Ah, tengo miedo.

Es muy probable que me trate con una actitud muy fría.

No sé quién eres, vete a casa ahora, interfieres en mi trabajo.

Cuando me lo imagino decirme esas palabras, me aterro.

Pero, definitivamente no daré marcha atrás.

Aunque quiera llorar o quiera huir, aun así.

El deseo de poder volverme a encontrar con él, ciertamente es mucho más fuerte.

Toqué el timbre y entré.

Saludé cordialmente, y me permitieron avanzar.

Estaba.

Hola」 Le hablé.

Hola」 El hombre frente a mí me respondió.

Al parecer sabe quién eres originalmente; la recepcionista le explicó.

……Eh, ¿¡De verdad!? Lo siento, yo he perdido la memoria……

Al decir hasta allí, el joven detuvo sus palabras.

Puede que lo más correcto sería decir que tuvo que detenerlas.

Ya que lágrimas brotaron de los ojos del joven y continuaron.

No sé quién eres. No conozco ni tu rostro. Esta es la primera vez que escucho tu voz. Pero, por qué será, que no puedo dejar de llorar. Cuando te veo, el interior de mi pecho quema. Soy desagradable, ¿verdad? Soy extraño. Aunque no sé quién eres, no puedo resistir quererte

Entonces, alcancé mi límite.

Salté hacia el chico llorando, y lo abracé con todas mis fuerzas.

Hay algo que tengo que decirte a como dé lugar

Dije con fuerza mientras contenía mis lágrimas.

Aunque hayas olvidado tu nombre, recuerdos o a mí, eso me es irrelevante

Una vez más miré fijamente su rostro que estaba empapado en lágrimas, y uní mis labios con los suyos con tanta naturalidad.

La gente de alrededor estaba agitada, pero no me importó.

Oye, Ryouma. Tú también eres mi parte más profunda del mundo》」

La historia que debía haber terminado.

La historia que había sido interrumpida.

Pese a todo, parece que──

 

──Continuará hermosamente un poco más.


 


[1] Es un platillo de pescado (verdel) guisado con miso. 

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