Capítulo 43: Cuando se acabe

Los alrededores de la mansión del Señor de Fukaroru estaban llenos de gente que se refugiaba de las líneas del frente, de los soldados territoriales y miembros del personal que los guiaban, y de los soldados del Tercer cuerpo de caballeros que dirigían los refuerzos.

El personal distribuyó comida entre la población y ayudó a los enfermos. Poco a poco el estado de ánimo se transformó en algo parecido a un festival.
Antes de que alguien se diera cuenta, aquellos con un fuerte sentido empresarial habían establecido puestos. Los miembros del personal sólo organizaron la distribución de los lugares para los puestos de comida y luego dejaron que hicieran negocios libremente.

"Estos deberían ser tiempos de guerra, pero ¿Qué pasa con esta situación?" (Midas)

Avanzando en su caballo abriéndose paso a través de las masas, el grupo de Midas finalmente dejó el área ocupada por la multitud.

"La población parece haber sido mantenida alejada de la puerta donde ocurrió la batalla." (Joven caballero)

Al escuchar el informe de un joven caballero que había escuchado la situación actual de los miembros del personal, Midas suspiró.

"¿Consideraron cuidadosamente las circunstancias de la población? ¿O es porque simplemente se convertirían en una molestia...?" (Midas)

Hay una probabilidad muy alta de que sea esto último, evaluó, pero no expresó este pensamiento ya que tenía que dirigirse rápidamente al campo de batalla.
Mientras le daba instrucciones a todos los miembros para que sacaran sus espadas, Midas frunció el ceño sintiendo una sensación de incomodidad.

"Esto es extraño..." (Midas)

"¿Qué?" (Joven caballero) 

"¿No crees que esta extrañamente silencioso, aunque deberían estar en combate? Más bien, el ruido que viene de la mansión del Señor es mucho más fuerte." (Midas) 

"Ahora que lo mencionas." 

El joven caballero estuvo de acuerdo con la observación de Midas. Mientras ellos se dirigían hacia la escena, los caballos avanzaron por la carretera que normalmente tenía por lo menos una cantidad menor de personas transitando en ella. 
En poco tiempo pudieron ver una imponente puerta de hierro a la salida de la ciudad, pero la puerta estaba completamente abierta. 

"¡! ... ¿Atravesaron? Sin embargo, los enemigos... " (Joven caballero) 

Después de acelerar su acercamiento, pudieron ver a los soldados territoriales charlando tranquilamente mientras se deshacían de los cadáveres de los enemigos.
Mientras hablaban tranquilamente, cortaron los cadáveres con magia y alabardas, los recogieron y los arrojaron a un agujero. Y después de rociarle aceite, los quemaron.
A pesar de que el intenso hedor de las proteínas en llamas era tan fuerte que Midas tuvo que pellizcarse la nariz, los soldados territoriales lo hicieron con calma, sin nada más que un paño envuelto alrededor de la parte inferior de sus rostros. 

Debido a que Midas observo el estado relajado de los soldados territoriales frente a la montaña de cadáveres, todo el Tercer cuerpo de caballeros que lo seguía miró hacia ellos. Todos ellos uniformemente se volvieron azules y algunos, no siendo capaz de soportar la vista, incluso vomitaron.
Midas lo consideró patético, pero parece que los soldados y los caballeros de la capital no pueden superar la diferencia en la experiencia real de los soldados territoriales de Touno.

Al revisar el área, Midas vio a una sola mujer, que sentía haber visto en algún lugar antes, dando órdenes a los soldados. 

Cuando Midas desmontó de su caballo y aparto la mano de su espada, ella también lo vio. 

"Soy Midas del Tercer cuerpo de caballeros. Fuimos enviados como refuerzos, pero..." (Midas) 

"Soy un esclavo oficial civil, mi nombre es Miyukare y soy la encargada de todo lo relacionado con los asuntos militares del territorio Touno. Bienvenido, me alegro de que hayas venido a ayudarnos." (Miyukare)

Cuando Miyukare respondió con una brillante sonrisa, Midas recordó que ella estaba entre el grupo de esclavos oficiales civiles de Hifumi. 
La vio en el momento en que Hifumi les estaba enseñando varias cosas en el castillo real. 

"Me gustaría que me informaras sobre el estado de las cosas." (Midas) 

“El general de Vichy ha muerto. Justo ahora los restos del ejército derrotado están huyendo del grupo de persecución dirigido por el director de asuntos militares." (Miyukare) 

La batalla en Fukaroru había terminado. Todo lo que quedaba era simplemente la caza de los restos del ejército de Vichy. 

"¿Dónde está el general enemigo?" (Midas) 

"¿Quién sabe? Escuche que fue tirado en algún agujero. Debería haber sido quemado dentro de uno de ellos." (Miyukare) 

Midas gruñó mientras se contenía para no fruncir el ceño.
Al igual que Hifumi, parece que ellos, los soldados territoriales de Touno y los esclavos oficiales civiles, no se preocupan en lo más mínimo por quién es y qué rango tiene el enemigo. 
Deshaciéndose de ellos cuando están muertos para acabar de una vez con eso. 

"Por cierto." (Miyukare) 

Miyukare sonrió brillantemente a Midas, que estaba muy preocupado por la situación. 

"Ya que pronto será hora de terminar, ¿No deberías dirigirte hacia la mansión?" (Miyukare) 

"¿Hora de terminar...? ¿Sobre que? "(Midas) 

"Me refiero al repugnante juego de Hifumi-sama." (Miyukare) 

Los pensamientos de Midas se congelaron por un instante. Sin responder, saltó sobre su caballo y se precipitó hacia la mansión del Señor.


Preparando el shuriken, Origa apoyo su espalda contra la pared soportando el dolor de su pie.

"Kasha, no te perdonare..." (Origa)

"¡Cálmate! El Tercer cuerpo de caballeros ya ha entrado a la mansión. Ahora que esto ha sucedido, Hifumi ya debe estar..." (Kasha)

Justo cuando Kasha empezó a hablar, Origa lanzó un shuriken de cuatro puntas desgarrando su hombro. 
Pero como este fue evitado al instante, la herida fue superficial.

"Origa, ¿Por qué...?" (Kasha)

“No puedo soportarlo más. Debo llegar al lado de Hifumi-sama, y con más razón ahora que ha llegado el Cuerpo de caballeros." (Origa)

Mientras Origa preparaba el siguiente shuriken, Kasha, dándose por vencida, agarró la empuñadura de su espada, la retiró de su vaina y tomó su postura.

"Te detendré a la fuerza." (Kasha)

"Haz lo mejor que puedas. Te mostraré que no soy tan débil como tú." (Origa)

Kasha disminuía la distancia poco a poco. Y Origa, que tenía la espalda apoyada contra la pared, como no podía apoyar su pie, no tenía otra opción más que deslizarse horizontalmente a lo largo de ella.
Teniendo cuidado de no lesionar a Origa tanto como fuera posible, Kasha dudo de en qué punto debía atacar.

"Si ni siquiera tienes tu báculo, no hay manera de que me derrotes." (Kasha)

"Tienes el mal hábito de subestimar las habilidades de tu oponente. ¿No debería haberte dicho ya varias veces que no lo hicieras?" (Origa)

Lanzando el segundo shuriken, Origa apunto a los pies de Kasha. 
Kasha saltó a un lado sosteniendo su espada para evitar la trayectoria del shuriken. Luego, ella se abalanzo hacia adelante y golpeó el flanco de Origa.

"Kuu..." (Origa)

Origa había planeado esquivar el ataque cayendo al suelo, pero su cuerpo no se movió como quería.

No fue capaz de evitarlo completamente y cayo boca abajo respirando con dificultad, mientras Origa estaba en el suelo Kasha bajó su espada.

"Con esto entiendes, ¿verdad? Vámonos juntas... No quiero hacer algo tan detestable como pelear en serio con Origa." (Kasha)

Origa lentamente se dio la vuelta y silenciosamente extendió su mano derecha hacia Kasha.

"Me alegro. Bueno, después de esto, juntas..." (Kasha)

En ese momento se escuchó un sonido como de cortar hierba. El flanco de Kasha había sido cortado por una cuchilla de viento.
Una cantidad de sangre, suficiente para llenar un vaso, cayó al suelo.

"... ¿Ha?" (Kasha)

Sin poder entender perfectamente lo que había pasado, Kasha cayo de rodillas por la pérdida repentina de sangre.
Derramando aún más sangre.

"Ni siquiera tienes tu báculo, ¿Como...?" (Kasha)

Mirando a Origa con ojos turbios, vio que su túnica estaba rota en la zona alrededor de sus brazos. Alrededor del delgado antebrazo había un cinturón de cuero con un cuchillo enrollado en él.

"Siguiendo la sugerencia de Hifumi-sama, preparé un cuchillo escondiéndolo de la misma forma que los magos de Horant. Darle a tu oponente mago el tiempo para lanzar un hechizo es muy ingenuo de tu parte." (Origa)

Cuando terminaron de hablar, ambas, Origa y Kasha, se habían derrumbado en el suelo.


En el momento en que Hifumi entró en la habitación, Kasha estaba al borde de la muerte.
Por el momento Hifumi saco una poción mágica y se la dio de beber a Origa, quien hizo un sonido de * glug glug *, con el fin de despertarla.

Al ver a Hifumi ileso, ella creyó que había muerto. Pero, una vez que observo atentamente, pudo ver a Kasha tendida sobre un charco de sangre.

"¿Hifumi-sam...?" (Origa)

"Oh, por fin despertaste." (Hifumi)

“¡Me alegro de que esté a salvo...! Ah, sí, ¡Kasha ha llamado al Cuerpo de caballeros a esta mansión...!" (Origa)

Al levantarse, Origa siguió hablando mientras se aferraba a Hifumi. Pero Hifumi rápidamente la separo y la puso en el suelo.

“Cálmate, idiota. Me deshice de todos los atacantes del Cuerpo de caballeros. En estos momentos el grupo de Doelgar está limpiando el sitio." (Hifumi)

Después de decir "Eso es genial" Origa se sintió aliviada derramando grandes gotas de lágrimas. 
Mientras Origa sollozaba, Kasha, que estaba al borde del abismo de la muerte, murmuró mientras su conciencia se desvanecía.

"Hifumi-san... Ah, Pajou-san ha..." (Kasha)

Ese caballero le había dado a ella y a Origa la oportunidad de reconciliarse. Al darse cuenta de que había fracasado y había muerto, a Kasha ya no le importaba nada ni nadie.

"Kasha, pídele disculpas a Hifumi-sama. Todavía no es demasiado tarde..." (Origa)

Mirando a Hifumi y a Kasha alternativamente, Origa dijo eso con una voz gentil. 
Eso hizo que Kasha sintiera una tristeza insoportable.

"Origa, lo siento... Hifumi-san también, lo siento... he sido una tonta..." (Kasha)

"Hifumi-sama, ya que ella se arrepiente..." (Origa)

Al ver a Kasha dirigirse hacia su muerte, Origa ni siquiera podía ocultar su temblor. 
Pero Hifumi observó a Kasha sin decir ni una sola palabra.

"Ahora... todo y nada ha cambiado, hey... no sólo no me pude dar cuenta de eso, al final ni siquiera fui aprobada por Pajou-san..." (Kasha)

Mirando a Hifumi, Kasha se rio amargamente.

"Hifumi-san, gracias por salvarnos cuando éramos esclavas... Si estás bien con eso, quiero que me dejes ir así... Creo que esta forma de muerte es una bendición, en la medida en que es más de lo que una tonta como yo merece..." (Kasha)

Hifumi asintió sin mostrar ninguna expresión.

"Gracias..." (Kasha)

"¡Kasha!" (Origa)

Kasha lentamente cerró los párpados para nunca más volver a abrirlos. 
Elevando el pecho dolorosamente una y otra vez, su respiración cesó.

"De verdad, has sido tan tonta..." (Origa)

Sentándose a un lado de su amiga cercana, derramó lágrimas, pero se detuvo para tratar de fingir ser dura. 
Hifumi respiró hondo y coloco sus manos en su cintura. 
En su mente apareció un poco de compasión, pero no arrepentimiento. 

La mayor parte de él estaba lleno de enojo.


Abriéndose paso a través de la multitud, Midas finalmente llegó a la mansión. Ahí fue recibido por un Hifumi ileso, con una expresión de ira y Origa, quien estaba aún más enojada y ardiendo de furia.

Al ser guiado a la oficina, Midas juzgo que la situación había resultado de la peor manera posible. 

Mientras reflexionaba sobre su propio destino, sus pies se hicieron pesados.

"... ¿Entonces?" (Hifumi)

Mientras Midas se mantenía inmóvil, sin poder mirar a Hifumi a los ojos, se le hizo una breve pregunta.

"L-Los refuerzos no vinieron a tiempo. Es inexcusable que no hayamos podido cumplir el papel que se nos dio..." (Midas)

"¿Hasta el final insistes en que has venido hasta aquí para ayudarnos? ¿Es eso lo que estás diciendo?" (Origa)

"P-Por supuesto" (Midas)

Ni siquiera podía dirigir su mirada hacia Origa.

"¿En este país es común que los refuerzos entren a la oficina del Señor con espadas desenvainadas?" (Hifumi)

"Uh..." (Midas)

"¿Es común que un Cuerpo de caballeros, no, el castillo real use incluso a un amigo para espiar los asuntos internos?" (Hifumi)

"Hugh..." (Midas)

Como los pensamientos de Midas se desviaron, pagaría cualquier cosa por tener, aunque sea una respuesta útil, Hifumi continuó.

“Además, es extraño, ¿no? Imeraria debería haber sabido que Vichy atacaría la frontera nacional con un potencial de guerra suficiente. O más bien, ya que ella fue la que los indujo, ¿No debería haber enviado refuerzos mucho antes?" (Hifumi)

"No, esos pensamientos... En realidad, el segundo hijo de una casa marqués, Debordo-sama, había sido enviado a Vichy como mensajero de paz." (Midas)

"¿Es eso así? ¿Eso significa que en este mundo un enviado de paz entrega cartas así de provocativas?" (Hifumi)

La carta que le fue lanzada a Midas era la que Hifumi había sacado del bolsillo del pecho de Debordo.

"¡Esto es...!" (Midas)

Tenía la firma de Imeraria. Y este hacia demandas irrazonables a Vichy, no importa cómo se viera, el contenido no podía ser llamado de otra forma más que provocativo.

“Bueno, quiero que le digas a Imeraria que ha superado sus límites esta vez. No importa lo amable que pueda ser, incluso yo tengo mis límites." (Hifumi)

¿De qué bondad estás hablando? ¿Fue reflejado su pensamiento en su cara? Origa dirigió una mirada helada a Midas hasta el punto de hacerle temblar.

"Esto llegó hasta el punto en el que sería apropiado recibir tu cabeza y la de la Princesa. ¿No deberías estar agradecido por el generoso tratamiento de Hifumi-sama?" (Origa)

"Lo siento mucho..." (Midas)

Mientras inclinaba la cabeza en una disculpa, Midas planteó un 「 ¿Eh? 」 Como una pregunta hacia las palabras recién pronunciadas de Origa.

Por la forma en que va la conversación, suena como si yo y la princesa pudiéramos sobrevivir.

"Había muy poca resistencia, supongo..." (Hifumi)

"¿Ha?" (Midas) 

"El grado del esquema era demasiado pequeño, incluso para Pajou. Además, los soldados de Vichy atacaron directamente desde el frente como idiotas, no se desviaron de nuestras predicciones en lo más mínimo. Aunque Origa fue capaz de manejarlo bien, Kasha no pudo implementar en absoluto lo que le había enseñado." (Hifumi) 

Midas de repente no podía seguir lo que Hifumi estaba hablando. 

"Debido a la larga y larga historia de guerras en mi país y en mi mundo, hay muchos estudios sustanciales que refinaron repetidamente el arte de matar eficientemente a los enemigos, como los fuertemente blindados, los que montan a caballo, los que están separados de sus aliados y aquellos que se mueven rápidamente, sin importar las circunstancias. Como resultado de ello, muchas estrategias militares y armas desaparecieron, lo que se convirtió literalmente en una lucha por sobrevivir para todos ellos." (Hifumi). 

Maa, aunque terminé por olvidar completamente esas cosas recientemente, Hifumi se quejó en su mente.

"Sin embargo, después de venir aquí, los enemigos que enfrenté eran luchadores que solo sirvieron para el calentamiento en el mejor de los casos. Primero pensé que era sólo en este país, pero parece que los otros países tampoco son diferentes en ese sentido. Mientras trabajaba como aventurero y hombre de estado, siempre lo meditaba y finalmente llegué a una conclusión." (Hifumi)

"L-La conclusión es..." (Midas) 

Midas temía escuchar algo absurdo y su deseo de escapar de este lugar de inmediato estaba casi al límite, pero se resistió a estos pensamientos porque tenía que transmitir lo que Hifumi iba a decir a la princesa. 

"No hay suficientes luchas en este mundo. No hay suficiente desesperación para apostar la vida luchando con otras personas. Por lo tanto, decidí hacer mi movimiento." (Hifumi) 

"¿Qué diablos planeas hacer...?" (Midas) 

Aunque no quería oírlo, no pudo evitar hacerlo. 
Y así como se lo imagino, Midas lamentó saberlo. 

"Voy a difundir los métodos de lucha en todo el mundo para que la sociedad humana se vuelva consciente de sí misma y recobre sus sentidos. Oh, bueno, si llevo a miles de personas por los caminos de la guerra y las disperso por el mundo, mi intención se hará realidad, ¿no crees?" (Hifumi) 

"En otras palabras, ¿Criaras a personas bien entrenadas en todo el mundo para que se enfrenten entre sí? ¿Es eso lo que estás diciendo?" 

"Es una idea magnífica. Por supuesto que también haré todo lo posible para ayudarlo." (Origa) 

Aunque Origa dijo esto como si fuera natural, Hifumi se dio por vencido mientras pensaba. 

No importa lo que yo le diga, ella me acompañará de todos modos. 

“¡Ah! Seguiré usando este territorio. De vez en cuando volveré aquí. También quiero un lugar donde pueda llevar a cabo varios experimentos." (Hifumi) 

Como resultado, las personas criadas en este territorio se convertirán en "personas que podrían causar daño a Orsongrande en el futuro".

Eso es una locura. 

(Sin embargo, no hay manera de rechazar esto...) (Midas) 

Lo más probable es que incluso Imeraria-sama no podrá negarse. 
Especialmente porque esta es la segunda vez que su vida se ha salvado. 
Incluso se aprovechó de pruebas desventajosas. 

Mientras Hifumi se reía alegremente, Midas sufrió frenéticamente fuertes dolores estomacales.

commentComentarios

progress_activityCargando comentarios...