Epílogo

Y bien, Zorbal. ¿Es cierto eso de que Ronelffy ha regresado?

Sí, otros guardias ya me confirmaron que regresó anoche

Reino L’Arc, en la sala real, Zorbal, el ayudante cercano, se hallaba intercambiando palabras con el rey.

Parecía que la herida que le propinó la santa de la espada Riphanel, ya estaba curada.

Entiendo, Entonces, llama a Ronelffy. Ahora mismo

¿……Ahora, mismo……?

Por alguna razón, Zorbal arrastró las palabras.

「¿Qué? ¿Hay algún problema?

No, ninguno. La llamaré inmediatamente

Ronelffy.

La mujer más fuerte del Reino L’Arc.

Pese a nunca haberse enfrentado, se rumorea que su velocidad y técnica con la espada superan incluso a la santa de la espada.

Es una maniática de las batallas cuyo único propósito en la vida es luchar contra enemigos fuertes.

Ronelffy es una guerrera que parece simbolizar L’Arc.

Ella la mayoría del tiempo no está presente en el Reino L’Arc.

Y siempre está deambulando en busca de alguien fuerte.

Su personalidad es extremadamente belicosa y cero tolerante.

 Cuando era joven, Zorbal retó a luchar a esa mujer, y perdió fácilmente.

Tal vez por tener ese recuerdo, él evitaba involucrarse con Ronelffy.

Pero, dado a que era la orden del rey, muy a regaña dientes, se levantó para llamar a Ronelffy.

En ese momento.

¿Qué quieres de mí?

Ronelffy abrió la puerta, y entró a la sala real.

Tenía ese espíritu particular, que solo cubre a aquellos que se han lanzado al campo de batalla constantemente.

El brillo de sus ojos era sumamente agudo como si disparara a matar a todos los que mirase.

Y pese a solo estar allí, liberaba una presión abrumadora.

Ooh, Ronelffy. Me alegra verte de regreso. ¿Cómo estuvieron los demonios?

Terrible es poco. Me muero de ganas de luchar contra los clase líder o el rey demonio. Los debiluchos de esa zona ni siquiera contaban como oponentes

Ronelffy había estado eliminando demonios por orden del rey.

Aunque haya sido una orden, solo acudió porque pensaba que luchar contra los demonios sería interesante, y es que ella no se moverá si no le interesa, independientemente de que sea una orden del rey, por ejemplo.

Esa es el tipo de mujer que es ella.

Entiendo, sé que acabas de volver, pero ¿me harías un favor?

No quiero. He decidido pasármela con calma por un tiempo

Ronelffy rechazó la petición del rey.

¡¡Maldita, cómo hozas en dirigirte así al rey!!

Zorbal incapaz de contenerse, alzó una voz de enojo.

Ah, así que estabas aquí, Zorbal. Eres tan insignificante que no te noté. ¿Estás seguro que quieres ir por ahí? Digo, al hablarme así. Me da lo mismo que seas un sirviente cercano del rey──te mataré

……

Zorbal guardó silencio.

Ya que, si habla más, en verdad lo mataría.

Esto por la presión llamada intenciones asesinas.

Zorbal sabía que Ronelffy era una mujer que si decía: te mataré; sin lugar a dudas lo haría.

Tú, quieres luchar contra gente fuerte, ¿no es así?

El rey interrumpió.

Pues, claro. A mí me gusta pelear. Esa sensación de emoción cuando estoy luchando con alguien fuerte, es irresistible

Riphanel, Layfelt, y Luciana. Quiero que traigas de regreso a esas tres a L’Arc

Hee, así que, esas tres se piraron del país, eh. ¿Y hay alguna razón para que las tres desaparecieran al mismo tiempo?

Con toda probabilidad, siguieron a Rahzel. Es que lo desterré de este país poco antes

Pese a tratarse de su propio hijo, el rey habló prácticamente como si fuera un extraño.

Ahhaha, el desterrar a tu propio hijo, está feo, ¿no crees? Además, por eso mismo ellas ya no están tampoco

Así son las cosas. Incluso en este país, gente tan poderosa como para poder traerlas de regreso, son muy limitada

「¿Y si se lo pides a alguien como Phantom?

Él intentó detener a Luciana, pero el resultó ser el detenido. No se podrá mover por el momento

Fuun, ese tipo, es patético. Lo entiendo, lejos de que las traiga de regreso o no, descansaré un poco y luego iré a ver cómo está la cosa. Siempre he querido luchar contra ellas

Te lo encargo

 

 

Sí que ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos…………vaya que las extraño

Mientras se hallaba echada sobre la cama de su habitación que rara vez usaba, Ronelffy miró fijamente hacia algún lugar lejano.

Esa expresión, por alguna razón, daba una sensación gentil.

Fin

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